Juan Fernando Robles

Juan Fernando Robles, profesor de banca y finanzas del CEF.

La reestructuración financiera ha llevado a miles de personas a la prejubilación y al paro. Los primeros no tienen ningún problema en su futuro, pero las entidades dañadas despiden en condiciones de mercado, lo que implica que miles de empleados están engrosando las listas del paro. ¿Qué pueden hacer para recolocarse? En el sector financiero será muy complicado, al menos en el medio plazo, ya que la reducción de efectivos durará al menos un lustro y de incorporar personal los bancos preferirán contratar jóvenes recién postgraduados. Deben,  pues, dirigirse a otros sectores, salvo que tengan una experiencia muy concreta o una capacitación especial de asesoramiento financiero que pueda ser demandada por otras compañías.

Los directivos y empleados bancarios suelen tener más formación para el trabajo que desempeñan que sus homólogos en otro tipo de empresas, producto de los exigentes procesos de selección que durante años han llevado a cabo los bancos y cajas. De hecho, muchos bancarios son universitarios con estudios de postgrado, factores que les benefician a la hora de poder recolocarse. Han adquirido habilidades comerciales, pues la orientación al cliente en banca es fundamental, y tienen experiencia en el trato con el público. También manejan complejos sistemas de información y suelen tener un gran conocimiento de ofimática.

Entre todas las habilidades, el conocimiento de cómo opera un banco con sus clientes es el que más puede cotizarse en el mercado, sobre todo para ex directivos de sucursal, gestores de cuenta y personal que haya tratado con empresas. Ese factor diferencial podrá ser valorado frente a otros candidatos a la hora de ser seleccionados para perfiles de tesorero o financiero en empresas de cualquier tipo, sector y tamaño. Siempre ha habido una migración desde la banca a las empresas en este sentido.

Quienes hayan desempeñado trabajos meramente administrativos deberán pensar en completar su formación. Sin embargo, quienes hayan desarrollado sus habilidades comerciales, podrán, de hecho, aplicarlas a cualquier sector, sobre todo en servicios. Otra de las opciones para los perfiles de más nivel será el autoempleo. El asesoramiento financiero independiente, la consultoría financiera y la asesoría de empresas pueden ser salidas que no precisan muchos recursos para comenzar a ejercerse si se dispone de contactos adecuados.

Completar la formación en otras áreas, mejorar los idiomas y adquirir nuevas habilidades puede poner en valor la experiencia profesional de cara al futuro, porque la banca volverá a generar empleo en unos años.

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