Internet y las redes sociales no son la panacea universal que muchos vendehumos predican. Y sentimos tener que decirte que seguramente tampoco sea fácil encontrar empleo a través de ellas. Pero desde luego lo que sí es cierto es que son el mejor escaparate en el que mostrar tu producto, en este caso, tú mismo y tus circunstancias (tus conocimientos, trabajo o tu experiencia); en definitiva, tu marca personal. Bien utilizadas pueden servir para venderte mejor o para dar a conocer esa empresa que acabas de montar. Por eso nos atreveríamos a decir que después de la formación o los idiomas, el tiempo que dediques a forjar tu identidad digital puede ser la mejor inversión que hagas. Porque siempre te va a ‘googlear‘ alguien. Y es mejor que te encuentren por lo que tú dices que eres y no por lo que los otros digan de ti. Prepárate… ¡y esboza una inmensa sonrisa!

He aquí 5 ideas sobre cómo y por qué estar en internet y las redes sociales (con el peligro que este tipo de catálogos o enumeraciones implica porque siempre es fácil dejarse algo en el tintero y no siempre salen números redondos). A ver si te convenzo:

1.- Tienes que estar en internet y mostrar tu mejor cara en las redes sociales porque hoy en día es el sitio donde te pueden encontrar los que aún no te conocen y donde te van a buscar los que hayan oido hablar de ti. Por eso es importante que forjes tu propia identidad digital, y que la mimes bien. Ten distintas presentaciones tuyas en diversos formatos y adecuadas para distintos contextos. Mejora continuamente estas presentaciones. Que sean útiles para el que pueda dedicarte un minuto y para el que vaya a dedicar sesenta minutos de su tiempo a conocerte.

2.- Trata de centralizar tu información básica en un sitio web propio, sin depender de terceros (ni siquiera aunque estos terceros sean sitios como twitter o facebook). ¿A que no tendría sentido que citaras a alguien que te quiera conocer en un bar ruidoso pudiendo hacerlo en tu propia oficina? Ese sitio ha de ser el eje en torno al que gire cualquier acción con la que construyas tu identidad digital. Lista aquí las presentaciones anteriores. Cuando te busquen otros, te tienen que encontrar ahí. Trabaja mínimamente el SEO para posicionar tu nombre, tu experiencia o el valor añadido que puedes dar a una empresa.

3.- Trata de posicionarte como experto en tu sector. Y especialízate. Si quieres que otros te conozcan por lo que sabes de un tema, ¡demuéstralo! Genera contenidos de interés y contribuye a difundir los contenidos sectoriales creados por otros que te parezcan más interesantes. ¡Pero al 50%! No puedes saber de todo sin leer a otros (el que escribe sin citar sus fuentes no es creíble), y tampoco es lógico que sólo leas a los demás y no te animes a elaborar alguna teoría o sacar tus propias conclusiones (el tuit o el retuit son fáciles y los hace cualquiera). Demuestra lo que sabes. ¡Ah! y no subestimes la importancia del diseño. Puedes escribir como los ángeles o tener la idea más brillante del mundo, que los usuarios no se encontrarán realmente cómodos en tu sitio si no tienes la casa limpia y ordenada. Incluso te será mucho más fácil conseguir credibilidad con un sitio bien diseñado. Y no hay excusas, las plantillas existen para el que no se le da bien el diseño.

4.- Hasta ahora hemos trabajado fundamentalmente para que nos encuentren. Llega la hora de salir a tocar puertas, a conocer gente. A la hora de definir tu presencia en redes sociales ten claros los objetivos; elige bien las redes en las que quieres estar y la estrategia que vas a utilizar en cada una de ellas. No se trata de estar en todas porque sí. Ni contar en todas ellas lo mismo. Las redes sociales son como los bares: en cada uno se escucha una música distinta y lo frecuenta un tipo de público concreto. Tendrás que utilizar distintos estilos y potenciar diversos tipos de contenidos para cada uno de los sitios online en los que vayas a estar presente. Plantéate como objetivo llevar un tanto por ciento de las personas que te leen a tu sitio web; conseguir que te conozcan mejor. Pero insisto, cuando tengas por fin la nevera llena, y sólo entonces, es cuando debes invitar a los demás a tu casa. No lo hagas al revés. Que no entren y salgan despavoridos al ver la guarida desordenada donde vives. Muévete. Ponte en marcha. No esperes ya sin más que otros te encuentren, sal tú mismo en busca de ellos. Participa (que no monopoliza) en las conversaciones. Lee y escucha. Asiente y disiente. Cita, comenta, enlaza ideas. Ayuda a otros porque eso no tiene precio. Conoce a aquellos con los que hablas. Lee las tarjetas que te dan y archívalas bien. Y hazlo todo con naturalidad, y por supuesto con educación, sin perder jamás la compostura. Acude a eventos presenciales y haz networking. No te quedes sentado en una silla. Y mucho menos cerca de la barra de los canapés. Vence la timidez.

5.- Muy breve; muy importante: sé constante en lo que hagas. Esto es lo realmente difícil. Trabaja con un método sistemático y valora los resultados periódicamente.

La teoría, como ves, es fácil. La práctica cuesta mucho más. Sin embargo, todo se aprende. Pero la constancia tiene que venir de oficio con la persona. A modo de resumen me quedo con una frase de Alfonso Alcántara que sabe mucho del tema: «no son ‘las redes sociales’, es tu red, la que tú construyas; las personas que afirman que las redes sociales no tienen utilidad generalmente se refieren a su propia red social«. Ya nos contarás qué tal te va… Recuerda que el esfuerzo, bien vale la pena por la posible recompensa.