Las cosas suceden, de una manera u otra.

Siempre lo hacen.

Y no puede ser de otra forma.

Desde hace algunas semanas me veo inmerso en un sinfín de conjeturas laborales.

Tener presencia en las redes sociales te abre muchas puertas.

No cabe duda de que es una carta de presentación que hay que cuidar con especial esmero.

Suele decirse que somos lo que hacemos.

En las redes sociales, somos lo que decimos.

Nuestra actitud es primordial.

Las redes sociales pueden usarse para muchas y diversas cosas.

El uso va a depender de las necesidades que tengamos.

De lo que pretendamos recoger de nuestra siembra.

Mi particular punto de vista apuesta por ofrecer todo nuestro conocimiento y ponerlo al servicio de.

Realmente, esto tiene una doble lectura.

Es estrategia pura.

Nadie hace algo por nada.

Es evidente.

La literatura está plagada de referencias que pueden ayudarnos a tomar la iniciativa.

A determinar nuestros pasos en cualquier proyecto.

Pero para llegar a ello es necesario tener en cuenta la preparación.

Para la que según El arte de la guerra, de Sun Tzu, hay cinco cosas que valorar:

1. Controlar.

2. Producir.

3. Comparar.

4. Determinar.

5. Vencer.

Aplicando estas reglas a las redes sociales, pero en concreto a los contenidos que creamos en ellos.

1. Hemos de controlar lo que queremos ser dentro de la red social. Tenemos que establecer un perfil y adecuarnos a él. Ser fieles en todo momento a esa imagen virtual que hemos creado de nosotros.

Hay que tener en cuenta que quienes nos lean generalmente no nos conocen. Sólo van a saber de nosotros por la imagen que vamos a dar en las redes sociales. Una imagen que es tan frágil como el cristal de un espejo. Puede romperse con un mal gesto o un mal golpe.

Cada palabra que escribamos, cada contenido al que nos refiramos, va a marcar y a definir nuestra personalidad en línea. A nuestro alter ego virtual.

En la red podemos ser quién queramos.

Pero no basta con decirlo.

Hay que aparentarlo, vivirlo, sentirlo.

Hay que serlo.

El control es necesario porque sin él perdemos la capacidad de intervenir cuando sea preciso hacerlo.

Porque con el control somos mejores profesionales. Mejores personas.

Es algo parecido a la responsabilidad de hacer lo que se tiene que hacer.

Y de disfrutar haciéndolo.

2. La producción y creación de contenidos determina nuestra personalidad online. Todo lo que escribamos va a determinar qué somos. No podemos permitirnos el lujo de hablar un día en serio de temas comprometidos, y al día siguiente banalizar otras cosas.

Se supone que estamos… Que queremos aprovechar las redes sociales para buscar empleo y para que se fijen en nosotros.

Ergo hay que emplear a las redes sociales como herramientas que favorezcan que nos presten atención.

Me explico.

Realmente cuando optamos a una oferta de empleo, estamos vendidos hasta que la empresa se pone en contacto con nosotros y nos emplaza para una entrevista.

Las redes sociales son un poco eso.

El lugar en el que tenemos una interacción con un posible empleador, con un profesional que busca un servicio o a un profesional que se lo dé.

Nuestros comentarios, aportaciones e informaciones son nuestra tarjeta de visita.

Y para ponernos en situación…

… Un botón, de muestra…

Siempre suelo comentar entre mis seguidores de Twitter, cada semana, que me aporten sugerencias que puedan ser interesantes para este blog en el que escribo.

Y semanalmente me vais respondiendo y proponiendo cosas.

Para esta entrega me han sugerido que hable de la entrevista de trabajo.

Pero no soy un experto en ese campo.

Tan sólo en lo que se refiere a las redes sociales, y en cómo aprovecharlas para encontrar empleo.

Pero fue una idea.

El principio de un germen sobre el que escribir y que ha dado a luz este post.

De alguna manera.

Cada uno de nuestros contenidos puede asimilarse y compararse a las respuestas que podríamos darle a un empleador, o a un profesional de los recursos humanos que nos esté haciendo una entrevistan para un puesto determinado.

Con cada uno de los comentarios, aportes e informaciones que escribamos estamos diciendo qué somos, cómo lo hacemos y qué podemos aportar a la empresa, si nos hiciéramos cargo de nuestra área de capacidad.

3. Hemos de tener en cuenta a nuestra competencia y comparar qué y cómo lo hacen. De alguna manera hemos de fiscalizar a quienes seguimos. Aprender de ellos. Evaluar lo que hacen. Tomar nota de cómo lo hacen.

Debemos de evitar en mimetismos y terminar siendo nosotros mismos.

Pero nadie nace aprendido. Y todos hemos de tener siempre algún referente del que progresar.

Las comparaciones siempre son odiosas, y en las redes sociales, más.

Comparar es bueno, desde el punto de vista de ir tomando nota de qué es lo que hace atractivo a otros usuarios, aprovecharlo, hacerlo nuestro, amoldarlo a nuestras necesidades y moldearlo según nuestras habilidades.

La idea es tomar un patrón y seguirlo.

Todos tenemos a alguien a quien idealizamos y de quien tratamos de seguir sus pasos.

Y pese a que lo hagamos, seguimos siendo nosotros mismos, con nuestros defectos y virtudes.

Las redes sociales son un escaparate perfecto para promocionar nuestros perfiles profesionales.

No es demasiado complicado destacar.

Tan sólo hay que ser íntegro, facilitar información, y acceso.

4. El siguiente paso es determinar cómo actuar y ser fieles a nuestro ‘estilo’. La comunicación es fundamental. Pero lo que es más importante es la forma en que hacemos esa comunicación.

Debemos de saber rodearnos de gente que merezca la pena.

Fuentes de información de la que podamos obtener información, digamos, privilegiada.

Para que veáis un ejemplo práctico, si nos gusta el fútbol, podemos agregar al equipo de nuestros amores, o a un diario deportivo que nos cuente su versión.

Ésa es la diferencia.

Está claro que para encontrar #empleo no podemos agregar a todas las empresas que existen. Sí a los portales de empleo. Mejor a quiénes trabajan en recursos humanos.

Si navegando por las redes sociales, localizamos a usuarios que reenvían ofertas de un determinado tema, lo ideal es seguirlos a ellos también.

Se trata de no desestimar nada, pero filtrar y saber usar la información que llega nuestras manos.

Y por parte de lo que nosotros aportamos a la red social, hemos de saber cuidar a nuestras fuentes.

Hemos de saber hacernos eco de lo que puede resultar interesante, reenviar también información sensible. Y sobre todo, transmitir ideas, sentimientos y pensamientos que puedan aportar mucho a los demás.

5. El paso natural siguiente es conseguir nuestros objetivos: vencer, ser objetivo de otros. Cada uno de nosotros somos buenos en algún aspecto. Hemos elegido una determinada área de acción, dentro del campo profesional determinado, y nos hemos especializado.

Aunque parezca que no, cada uno de nosotros sabe cosas.

Parece obvio.

Pero tanta obviedad a veces nos hace pasar por alto evidencias.

Un diseñador gráfico no sabe sólo diseñar.

A poco que se dé cuenta de qué ha estado haciendo durante su actividad profesional, verá que puede formar a otros en áreas que no se enseñan en las escuelas de diseño.

Lo mismo puede decirse de un arquitecto, un sociólogo, de… Cualquier cosa.

Lo que trato de hacer ver es que la experiencia es el grado más importante de cualquier carrera profesional.

Y eso, es algo muy difícil de adquirir, y más de transmitir.

Pero es un grado con el que podemos jugar para posicionarnos.

Mucha gente en las redes sociales no sabe cómo hacer determinadas cosas.

Pero tampoco lo dice.

Algunos tienen la suerte de poder ofrecer sus conocimientos en foros, blogs o jornadas. Y cobrarán por ello.

Pero la inmensa mayoría podemos aportar nuestro granito de arena contando en primera persona lo que sabemos hacer.

Pero sobre todo, cómo hacerlo.

Lo importante es recordar que una entrevista personal puede hacerse de muchas formas.

Puede ser presencial, delante de nuestro interlocutor. Separados por una mesa de escritorio, donde se nos aplique un tercer grado consistente en preguntas que deben ser respondidas de manera inteligente y amable.

Puede ser telefónica.

Y puede ser virtual.

Lo bueno de las redes sociales, es que nuestro perfil seguirá vivo, pero sobre todo presente para todos, una vez finalizada la primera criba.

Porque seguiremos estando ahí para quienes nos necesiten.

Y no hay mejor carta de presentación que esa.

@AntonioVChanal
#Coach y #Formador