Cuando una empresa inicia la aventura de la internacionalización o tiene que trabajar con equipos de servicios externalizados en otros países trata de establecer unos canales de comunicación óptima para permitir a los diferentes equipos de las sedes en otros países poder trabajar con eficacia. Pero operar en el mercado global puede generar problemas entre los equipos locales. Los principales obstáculos suelen venir por la variación horaria, el idioma o la adaptación del producto al mercado local. Las diferencias de la cultura empresarial de cada filial pueden ser también tanto un elemento enriquecedor como una fuente de problemas y falta de entendimiento.

Principales motivos para no entenderse

Diferentes investigaciones sobre la productividad en equipos formados por personas de distintos países ponen de relevancia que las diferencias que mayores malentendidos suscitan  son aquellas relacionadas con las formas de trabajar de cada lugar.

La cultura empresarial de la zona donde se encuentra la delegación respecto a la de la empresa matriz puede tener cierto nivel de incompatibilidad. Otra de las diferencias que más entorpece el trabajo de coordinación de equipos es la que se produce entre distintas áreas o funcionalidades dentro de la misma empresa.

En cambio, la procedencia de cada persona, su nacionalidad, apenas es significativa como obstáculo para el trabajo de equipos multinacionales. Según estos mismos estudios, el hecho de haber trabajados juntos con anterioridad es una circunstancia que ayuda a limar las asperezas.

¿Cómo superar las diferencias culturales en las multinacionales?

Las recomendaciones que se recogen desde empresas multinacionales para crear un entorno empresarial adecuado entre equipos de trabajo que se encuentran en diferentes lugares geográficos y culturales pasa por tener en cuenta estas cuestiones:

  • Favorecer una comunicación multidireccional. Establecer canales tanto para transmitir la cultura corporativa desde la empresa matriz hacia las delegaciones como para recoger sugerencias desde las sedes. Ayudará a obtener un conocimiento muy valioso del mercado local.
  • Marcar qué áreas son más operativas y tienen que ajustarse a modelos organizativos más homogéneos y en cuáles puede permitirse la creatividad. Diferenciarlas y aceptar la flexibilidad en estas últimas.
  • Fomentar la diversidad en todos los ámbitos. Intergeneracional, geográfica, de antigüedad y expertise. Fomentar la heterogeneidad en los equipos  disminuye las barreras en la comunicación.

De lo que en definitiva se trata es de engrasar la comunicación interna.  Esta es la vía para transmitir los valores, la misión y la visión de las organizaciones. Es el marco de referencia que cohesiona y que construye la marca. Pero el modelo no puede simplemente extrapolarse desde la matriz a las sedes. Tiene que ser permeable a la cultura de trabajo de cada lugar geográfico para sacar el máximo provecho del talento y favorecer la labor entre equipos con formas distintas de entender determinados procesos.